¿Cuál es el escenario actual de las mujeres rurales en España? REDR realiza este estudio/investigación sobre la situación de las mujeres rurales en la actualidad (2014-2020), mediante un análisis de los datos y una exposición de diferentes testimonios de experiencias reales de mujeres que habitan en zonas rurales.
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REDR ha elaborado este análisis sobre la situación de las mujeres rurales en la actualidad (2014-2020), gracias a los resultados obtenidos de una encuesta realizada por REDR a los Grupos de Acción Local del territorio español, así como una serie de entrevistas y perfiles en los que hemos identificado voces relevantes de mujeres rurales en el territorio, como parte de la iniciativa recogida dentro del convenio con el MAPA. «El futuro se escribe en femenino II» supone una continuación del informe anterior realizado en 2016 por REDR y sigue con su misma metodología.
A través de un recorrido por la legislación sobre las mujeres rurales, su espacio en la toma de decisiones o su participación en el espacio público, REDR intenta dar respuesta a la situación en la que viven las mujeres del medio rural en España, sus desafíos y sus posibilidades de desarrollo.
Además de la extracción de datos de la encuesta elaborada por REDR y enviada a los Grupos de Acción Local, REDR se ha basado en una gran variedad de informes y publicaciones realizadas de diferentes instituciones, como de Naciones Unidas o la Comisión Europea. Asimismo, dado que se trata de un informe eminentemente analítico, se han extraído datos de estudios previos de entidades como el European Institute for Gender Equality (EIGE), el Instituto de la Mujer o el Global Entrepreneurship Monitor.
Por último y, para la realización de las entrevistas, hemos contado con los testimonios reales de algunas mujeres que forman -o han formado parte de los Grupos de Acción Local o Redes Regionales asociadas a REDR. Asimismo, también se han incluido entrevistas a mujeres de la sociedad civil, previamente identificadas gracias al curso ‘Un nuevo escenario rural: ODS, Agenda 2030 y LEADER’ puesto en marcha por REDR.
A través de esta publicación queremos mostrar un punto de vista lo más similar posible a este enfoque cohesionado e integral. Por ello, trataremos de ofrecer, en primer lugar, una perspectiva analítica que nos permita adentrarnos en la realidad que aún seguimos viviendo. En segundo lugar, se analizarán las causas que llevan a estos escenarios de una mayor desigualdad. En tercer lugar, ofreceremos algunas soluciones con el objetivo de que este estudio, aun siendo un instrumento teórico, pueda servir de base para la acción. El propósito es ofrecer un estudio con una base descriptiva y analítica, pero sin dejar a un lado el potencial transformador.
El feminismo es una tradición de pensamiento crítico que ha venido desarrollándose y nutriéndose desde hace siglos: la lucha de las feministas pasa por la conquista de los espacios que nos han sido negados durante siglos, el reconocimiento del trabajo invisible y la salida de la esfera de lo privado a la de lo público.
En la actualidad, muchos discursos afirman haber alcanzado la igualdad real o niegan la existencia de discriminaciones hacia las mujeres, debido a que los desafíos a los que nos enfrentamos no son tan sonados como lo fue la lucha por el sufragio universal y no partimos de una situación tan visiblemente desigual como tenía lugar en el pasado (como lo era la España de los años 60, donde una mujer debía pedir permiso a su marido para poder trabajar o abrir una cuenta corriente). Sin embargo, las mujeres se siguen enfrentando a una serie de discriminaciones, tanto directas, como indirectas o invisibles.
En general, vivimos en un mundo caracterizado por una serie de estructuras simbólicas discriminatorias que están impidiendo la consecución de una justicia social real, donde se repiensen las relaciones de poder y cualquier tipo de estructuras y valores socialmente aprendidos. Dado que, poco a poco, las mujeres van logrando ocupar su espacio en las altas esferas económicas y políticas, las reivindicaciones feministas parecen haber perdido impacto en ciertos sectores de la población. Estos pequeños avances se instrumentalizan y se convierten en un velo de la igualdad ficticia que invisibiliza enormemente las discriminaciones que siguen existiendo en la actualidad. Sin embargo, ocupar un pequeño porcentaje del espacio que nos corresponde en las esferas de dirección y gestión no significa que se hayan eliminado las barreras culturales y estructurales que siguen oprimiendo a millones de mujeres, desde los estereotipos sexistas a la carga de los cuidados sobre las mujeres, la brecha salarial o la violencia de género.
Nos encontramos ante un escenario en el que vuelve a ser más necesario que nunca reivindicar el feminismo. Los retos a los que nos enfrentamos como mujeres se ven incrementados en contextos en los que las instituciones son más débiles o donde se cuenta con menos recursos u oportunidades para el empoderamiento femenino. Muchos países donde las instituciones son más débiles, es más complicado desarrollar políticas de igualdad o crear una legislación sólida en género.